La única preocupación era no salirse de las líneas.
La entrada en infantil no la recuerdo muy bien aunque hablando con mi madre para elaborar esta entrada se me pasaron muchos momentos por la cabeza. Esa noche dormí poco según mi madre estuve eligiendo mochila y ropa mucho tiempo, era muy coqueta, y quería estar guapa mi primer día.
Estaba entusiasmada por conocer a a mis nuevos amigos y a mi maestra.
Cuando llegue las maestras de cada clase iban diciendo en voz alta los alumnos de su clase y nos íbamos colocando en una fila. El color de mi fila era el verde claro y mi maestra se llamaba Paquita, una gran mujer.
Tenía mucha suerte porque mi clase se encontraba en la planta baja y no tenia que subir escaleras con mi mochilita de carro.
Lo que más me gustaba del cole era sin duda los recreos. Recuerdo que había dos el primero que nos tomábamos lo que nuestra madre nos metía en unas bolsitas de cuadros con nuestros nombres. Y en el segundo donde jugábamos sin para. La parte que más me gustaba era las llamadas "Olas" una parte del patio de cemento que eran como toboganes de cemento. Nunca me caí, pero los maestros no podían faltar allí todas las semanas había un accidentado; hasta que las quitaron.
Ahora cuando voy lo veo todo grande, los baños me llegar por las rodillas y sabéis lo mejor.. Que el olor de aquel cole es como el del primer día.
Recuerdo como si fuese ayer cuando me despedí de mi maestra; le tenia mucho aprecio, la quería un montón al igual que ella a mi. Me regalo un libro llamado "El principito"
Juan Ramón Jiménez, Salobreña . Mi cole de infaltil
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